Y los listos usan de la publicidad para que nos demos cuenta de que estamos out.

Estamos out porque no tenemos bombones Ferrero Roché para recibir al Embajador en casa. Estamos out porque no tenemos un teléfono para hacer fotos ni una cámara de fotos para hablar por teléfono. Estamos out porque no tenemos pita-pita-del en la nevera (¿o es un Combi?). Estamos out porque no tenemos esa taladradora para colgar esos cuadros que tampoco tenemos. Estamos out porque seguimos comiendo filete con patatas en lugar de esas conservas recién frescas que en un plis plás se convierten en sinfonía de sabores en la boca. Estamos out porque nos seguimos agarrando a un tango en lugar de a los ¿éxitos? del verano 8: la barbacoa, la barbacoa....

La mujer publicitada consiste en una guapa siempre guapa no por sus propios méritos ni por su inteligencia, sino gracias a un desodorante, a un perfume, o a un sujetador semi-ortopédico que realza mucho el busto. Es muy profesional y trabajadora, y cuando vuelve a casa Mr. Propper ya se la ha limpiado. Te odio Mr. Propper por recordarme que soy un pésimo marido.

El hombre publicitado consiste en un soplagaitas de dos caras. El soplagaitas medio lelo que intenta ayudar en casa pero que no sabe cómo (si no fuera por esos precongelados tan sabrosos y tan a mano...). Y el soplagaitas todo éxito y muy deportivo que juega a pala con un traje de Armani y conduce un bólido por la carretera de Mónaco a Niza con una jovencita explosiva haciéndole cosquillas en la palanca de cambios (estos anuncios me recuerdan los atascos diarios en La Avanzada).

Los jóvenes son pieza codiciada de los listos vendedores. Ellos son bebedores insaciables de refrescos y ágiles navegantes de banda ancha intersideral. Ellas son muy perfumadas y con el pañal siempre limpio. Ellos y ellas son divertidos, modelnos y muy ligones. Comen toda clase de porquerías: chocolatinas, fritangas, peladillas y bollería a tutiplén, pero no engordan un gramo porque todo es light y adelgaza. Y si se compran unas Nike corren que se las pelan. Además están muy preparados y son muy capaces, a condición de compren lo que se les ordena.

De las suegras en la publicidad mejor no hablar, la nuera siempre las dejará en ridículo. Un beso cariñoso para las suegras... y para las nueras.

Cuanto más inútil e innecesario es un objeto más publicidad necesita para su venta. ¿Cuándo veremos un anuncio sobre la típica barra de pan, sobre la porrusalda, sobre un paraguas todo negro, o sobre la clásica boina?.

¿Son listos los que venden?. ¿Son tontos los que compran?. Es evidente que los compradores no son tontos, porque libremente deciden comprar... lo que los vendedores les ofrecen.

¿Y ésto que tiene que ver con el fútbol?. Pues tiene que ver que... ¡Un momento!. Que están echando un anuncio de condones amorosos de colores y me he dado cuenta de que no tengo. ¿Pero necesito?. Necesitar, necesitar, no sé, pero yo no me quedo out, y menos en ésto. Que yo no me opongo al progreso, oiga Usted. Bueno, ya los tengo: azulones, rositas, melocotón (todos color pastel). Y ahora, ¿dónde está la moza gozosa del anuncio, que le dejo elegir?. No te fa, no te fo...